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  • Los párpados mantienen la salud del ojo subyacente protegiendo la córnea y ayudan en la distribución y eliminación de las lágrimas. Estructura del párpado: capa anterior de piel y músculo orbicular de los párpados; capa posterior del tarso y conjuntiva; el músculo orbicular de los párpados (inervado por el VII par craneal) cierra el párpado; el párpado superior es levantado por el músculo elevador (inervado por el III par craneal) y el músculo de Müller; el septo orbitario, que se origina del canto orbitario, se inserta en el párpado superior y párpado inferior; el septo limita la propagación de sangrado o infección del párpado a las estructuras orbitarias posteriores. Las glándulas en el borde palpebral aportan los componentes lipídicos de las lágrimas; pueden inflamarse; las glándulas de Meibomio se encuentran dentro de los tarsos; las glándulas pilosebáceas de Zeiss y las glándulas apocrinas de Moll están en posición anterior a las glándulas de Meibomio dentro del borde distal del párpado. Problemas que pueden afectar a los párpados: neoplasias; inflamación e infección; y problemas estructurales (p.ej. ectropión). La mayoría de los trastornos palpebrales no representan una amenaza para la visión pero pueden producir síntomas de irritación (quemazón, sensación de cuerpo extraño o dolor). La blefaritis (inflamación de los párpados) está caracterizada por párpados enrojecidos con acumulación de escamas en el borde palpebral.
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